Sunday, June 20, 2021

LA LEY DE MI EMBUDO - POEMARIO



1

Un molledo por aquí, un cuesco nutritivo por allá.
Un cogollo por aquí, una chuchería por allá.
Que providente y desprendida es la aderezada consorte del hacendado,
quien se postula a la dama de las migajas,
del año presente.

2

Ingresé a ese curso de instrucción porque otros no se matricularon.
Conseguí ese discreto empleo porque otros lo rechazaron.
Logré casarme con ella porque otros galanes se bajaron.
Soy un segundón casi por elección divina.
Con la mediocridad otros no se inscribieron.

3

En la comarca se ora al Señor para que nadie sea acuchillado.
En el hospital se clama para que aquél no se desangre en la sala.
Si en la jocunda funeraria prenden velas
no se cortaría el hilo de los exangües.
Las plegarias y la fe en el Altísimo
son el sesenta por ciento del ítem salud.

4

El menesteroso digiere su fallecimiento social
en plena alameda, en la cuajada homilía.
Los aburguesados por la magia demagógica
no mueven una pieza del tablero,
por miedo a engrosar las filas de los infamados.
La holgura aderezada es su fortaleza.
Los residuos de fin de mes son su pan sin un bouquet.
Cualquier rey le teme a una plebe bizarra con las metas claras.

5

Por un decreto sin fuerza de ley, en cada poblado reside un loquito protocolar que agencia comentarios pluriformes.
No sería un ser humano en sí, es más bien un confederado de la ruta turística de la comuna que la inaugura un pino.
El ido vuela sin aeródromos y ve en la postura social del primer mandatario un fantasma que baila zapateo americano tap con pantuflas.
A ese ápice de monomanía estancado en ti no le permiten practicar saltos ornamentales, por el mismo decreto.
La locura es una pilastra de la luz y del florecimiento.

6

Se enfermó el lázaro.
Lo más seguro es limosnear y suplicar, y así la ayuda vendría del más allá,
porque por el socorro del más acá nadie se desvive.
Se enfermó el acaudalado.
En la clínica tiene nombre y florero su lugar,
porque los desabrimientos y punzadas siempre son más intensos
en los que poseen más.

7

Te presté mil con un apretón de manos,
me debes mil quinientos a como dé lugar.
No me has podido cancelar los tres mil.
Eres de mi propiedad, con la venia del congreso.
Te embargué lo que poseías, destruí tu imagen pública y tu catadura,
y el tabernero te trata como a un paria.
Ya no eres pertenencia ni de la nada misma.

8

Una orden de usted es un panegírico para mí,
mis deseos valen un hongo deshuesado en su persona.
Yo soy laborioso, obediente y leal con usted.
Patrón, usted no se lanzaría descalzo del tercer piso por mí.

9

Al desposeído no le basta un padrenuestro.
Hay que meterse, ensuciarse, votar, botarlos.
Comenzar de nuevo una y mil veces,
desde la fosa de las centurias,
hasta que la imparcialidad debute en sociedad
con sus catálogos opíparos y ecualizados.

10

El individuo poderoso
mira y no ve,
ve
mas no siente nada,
siente algo
mas no le interesa,
le interesa,
pero que otros se preocupen.
Se preocupa y mucho,
de que no lo joroben.

11

Que ningún joven con talento se quede afuera de la universidad
por un emolumento carniseco.
Matriculen al hijo del analfabeto, del campesino y a todo pupilo capaz,
de una carestía impía.
Gracias a esta primorosa y vigente directriz
contemplamos a miles de asalariados brillantes
y a miles de pudientes tarados ascendiendo con ritmo.
Vástagos deslumbrantes de madres desposeídas,
hijos abobados, encaramados por sus holgados padres.
Trasplantando el cerebro entre éstos se emperifollará la apetecida integración
en las inscripciones escolares de marzo.

12

La mercadería se quedó adentro,
ellos se quedaron afuera con una patada en el trasero
y un sobre azul que flota en el aire.
El empleador cumple con una triquiñuela más,
con una egregia etapa más en su venturosa carrera.
Ante el alegórico inspector del trabajo los proletarios mendigan
las pizcas del naufragio de una empresa que ahora sí que es justa
escuchando la rabieta de todos los lanzados a la calle.
La quiebra turbia sensibilizó a la esposa del jefe por tres días.
La indemnización engalana sólo a la ley y el finiquito es una osamenta.

13

Segundo a bordo, nunca un coronel con distinciones.
Medio pollo crudo, nunca uno entero
y con papas salteadas con aceite nuevo.
Suplente, nunca una luminaria.
Hombre orquesta, nunca un primer violín de etiqueta.
Camión de la basura arrendado, nunca un yate propio.

14

Acrecentar los impuestos altera las reglas, es poco serio, es la malaria misma. ¿De las reglas de cual juego me hablas? ¿las del tuyo o las del que se para en la boletería barbón y con los puños apretados estorbando el paso de los prósperos? Tú no pierdes nunca, ¿qué tonificante olimpiada es esa? ¿Dónde corretean? ¿quiénes no participan? ¿qué antojadizas pautas emplean? ¿Compiten lealmente o los manchones son la médula? Soslayar tributos, las encerronas, el camelo, contratar a una pandilla de abogados, la reata de dólares y el cohecho endémico ¿no es refundir el señalado engranaje? ¿o la rapiña es el juego mismo? Ustedes simulan pagar hasta el último peso y los electores siguen a su gurú.

15

Una tarjeta de asistencia resume el día, el decenio.
La liquidación de sueldo electrónica es una copia fiel de las últimas.
El reloj control es el latido de mi corazón.
El último minuto es algo asfixiante.
La salida de la oficina es un champagne recién destapado.
Se corta el internet y no valemos nada,
nadie se comunica con nadie y todo bien.
El sindicato no permite tanta eficiencia
y los grandes jefes son tentáculos de la exclusiva confianza
de la casa de gobierno, que aprovecharán con astucia
todo lo que puedan succionar bajo cuerda de los proveedores y licitaciones,
de esa repartición fiscal.
Los militantes del partido y hasta hace poco seres huérfanos por habitar en la oposición, desfilan con un terno por el despacho de la autoridad a cobrar todo lo que el cruel destino les expropió, gambeteando a los fiscales con saltos acrobáticos.
Una adiposa boleta de honorarios de un cuñado suma más de cien sueldos, porque con los ahorros de la patria se fortifican el partido político, la sublime ideología, las casas de veraneo y los ítems de las próximas contiendas.
Esquilman con peroraciones sentidas y sin traspiés gramaticales.
La caridad empieza por casa y de ahí no sale.

16

En este impersonal emporio yo despersonalizo al prójimo,
lo desvaloro, en provecho del pgb.
Cuando bregaba por un mejor jornal para el astroso,
en aquellos turnos contestatarios,
ignoraba tontamente el regio significado
de ser un accionista mayoritario.

17

El labrador planta la semilla, la riega, la mima, lo cosecha todo, embala y carga.
Con unas simbólicas monedas lo recompensan, y los rencillosos no cotillearán.
Las manzanas a muy buen precio se vendieron y al labrador le esconden el importe, los dividendos.
Depositarle la gratificación con nada combina.
Sin esta mula, la macroeconomía y la siutiquería se devastan.

18

La camioneta del escurridizo especialista
se estacionó con desdén en el populoso hospital.
La junta de vecinos inauguró un bullanguero carnaval.
En este sector prevalece la vara del alquimista.

Faltan camas y medicamentos replica el especialista.
Es clara la política de austeridad en el hospital.
Bajaron a cero el volumen de la música del holgorio.
Este es un latifundio del medicastro, las rogativas y los quirománticos.

19

La salud pública se alcanza cruzando ríos y pantanos con cocodrilos.
Se divisa, con un buen reflector y un padrenuestro.
Muchos corren hacia ella, pocos la atrapan, y fraccionadamente.
La sala de espera es un estadio de fútbol
y es más fácil ver a un submarino naranjo surfeando
que a un experto atendiendo a menesterosos.
La señorita del mesón es un endriago, la ambulancia usa anteojeras,
la farmacia es una desnutrida moral perseverante
y el director va tras un ascenso político con una alocución
que no lo ruborizó.

20

El de clase media baja es aquel que se viste bien en el trabajo,
por el salario de un proletario.
Algunos se acicalan como gerentes, por el estipendio de un pelafustán.
Caminan con la apariencia del burgués, siempre limpios,
por una impúdica retribución.

21

Con impavidez de espíritu,
el hambre agasajó a los muchachos y madres de esta zona.
Trajo presentes y rosas
a todos los que tocó con su fantástica pértiga.
Con su buena estampa y corpulencia es persuasivo como el garrote.
Te voltea con sólo olfatearte.
Se pasea magnánimamente por la arboleda
y nadie le da un escopetazo.
Al que inventó la carpanta lo premiaron con riquezas.

22

La propiedad privada no es un robo. Si los ciudadanos pretenden ser los propietarios de todos los recursos naturales estratégicos del país, como la minería, en ese preciso momento se convierten en unos ladrones sin nación y sin credo. Ese campesino mal pagado es mío. Yo me enriquezco porque él se rompe el lomo con el anhelo de poseer una soldada en que no lo mate el estómago vacío ni el miedo. Cumplió cuarenta años laborando sumisamente y su pensión es una novela de terror que se acerca a la imprenta socarrona.

23

Gastan barriles de dólares,
circulan miles y miles de personas, por salvar al osezno.
A las billones de criaturas condenadas dentro del vientre de las mujeres
las dejan morir como a conejos con lepra.
Es que el homicidio de este no nacido es un acto humano
que nace del solemne respeto a los derechos fundamentales.
Si asesinan al bebé recién nacido se asquean,
sería algo así como un aborto posparto.
El ciudadano que no se ve es liquidable.

24

El suelo donde bebo leche materna es determinante,
las arterias que me cobijan sellan rutas,
la escuela a la que asisto me estratifica,
la renta de mi familia es la que me ubica en el ranking,
las influencias me colocan en el lugar que me corresponde.
Cuantiosas veces el talento es una pituita.

25

Hoy no los sojuzgaré, respetaré los huesos de los bellacos.
Por una gota de piedad mi lacerante gobierno no sucumbirá.
Los autorizaré a disentir, a transitar con carteles hostiles.
No censuraré a los comediantes y trasegados y zarrapastrosos,
a los periodistas que no se pervierten.

26

Como candidato entrego mis muecas, un panfleto paradisiaco, un domicilio,
un correo electrónico cualquiera, un afán en código cifrado,
un itinerario de aire espumoso, piruletas y promontorios de apego.
Como diputado en ejercicio me subordino a la rocosa y tétrica realidad,
mi instinto de sobrevivencia se desarrolla con maestría,
aprovecho bien las oportunidades del agreste empleo,
me convierto en un paje reverente del cabecilla
y me preparo para el siguiente sortilegio.

27

Unos pocos batallan por dominar,
otros se aperan en el sendero sinfín.
Los primeros tienen a la emisión como su armada invencible,
los segundos suman al que quiera colaborar.
La batalla de los milenios siempre es dispareja, demoledora.
El megabanquero es una deidad.

28

Amplificaré la manufactura, disminuiré un poco la calidad,
me subordinaré a la rentabilidad y al bono.
Encogeré el contenido del producto, bajaré los costos, mantendré el precio.
La ganancia se ensanchará por sí misma.
La publicidad protegerá el producto, mi imagen pública.
Los abogados serán mis ángeles custodios,
mis extorsionadores, mis hechiceros.
Si me descubren en alguna barrabasada sacrifico a unos cuantos cadetes.
O quizás acrecenté la calidad artificialmente.
Destruiré todo lo que huela a competencia,
con mis lentes oscuros y una espingarda enojona.

29

El izquierdista ingresa al campus ufano,
el derechista usa gafas y grita poco.
El izquierdista consagrado cree defender a los desposeídos,
el derechista de elite se compra al izquierdista pío
y el congreso nacional es un festival de estupefacientes
y los dividendos populares del litio se postergan.
Si crees en la familia normal eres un buitre fascista.

30

Los estropajosos construyeron el seminario con poca fe.
Los novicios rezaban al Dios misericordioso
por justicia y una exitosa cosecha de almas.
Todo jesuita protege la espeluznante fortuna del consorcio.
Compraban injuriados con regateos y trucos
y los bautizaban con agua, encadenados.
La orden de los negreros acumuló un gran capital político.
El voto de pobreza no es para la platuda Compañía.
Tienen un rosario dolarizado en cada bolsa de valores.

31

Mis semejantes concretan su plan.
Me descartaron los malditos.
La clase política me ve en el fondo de un volcán.
No alcancé a lucirme dentro de mi familia.
Por mi frustración pretendo que todos seamos iguales.
Ningún simio es igual a otro.
En mi mundillo no entra ni la brisa.
Compro carlancas emocionales sin esforzarme.
La conjetura crea dramas imaginarios, ridículos.
Todas las ambiciones y bríos y talentos son distintos.
Si soy infeliz todos serán infelices, lo juro.

32

Con el matutino me desinformo en la mañana
y con el noticiero al anochecer.
Un hombre bien ajado e inoculado es un comentarista,
es uno que alega hasta por los codos y que se enardece
con todos y con todo, menos con los dueños del control remoto,
con los entes que al manosear embelesan,
con los anestesiólogos, con las madamas.

33

Al infante le declararon parálisis cerebral,
a nosotros nos formaron con ella.
El niño sufre y hemos creído que padecemos por él, con él,
con el corazón engomado al cielo.
Con migas rutilantes sostenemos y propalamos
nuestra herrumbrosa grandeza.
Nunca hemos sido más.

34

El marqués se bebió tres copas porque estaba relajado, distendido.
El campesino se bebió dos del mismo licor porque es un ebrio de marea alta.
Cuando el marqués duerme, descansa, y cuando come, se alimenta.
El obrero cuando duerme, flojea, y cuando come, es un glotón prominente.
El marqués se divierte, en la glorieta.
El camilucho es un parrandero, sin alturas.
El marqués ha tenido varios deslices.
Con lo mismo, el jornalero es un depravado greñudo.

35

Ayer fue contestatario todas las horas del día
y absolutamente nadie se dio por enterado.
El consentido hijo de papá fue rebelde e irónico
con la sacra institucionalidad del país toda la tarde.
Sollozó por la concentración de la riqueza unos quince segundos.
Fueron chocherías que abultaron el anecdotario familiar.

36

Desarraiguemos:
las imágenes impías que residen en el alma;
los bejucos que crecen torcidos y que son venerados;
las avideces políticas que sólo proponen eslóganes agraciados;
los prioratos del secularismo;
el paganismo reconocido por los vicarios;
la esclavitud justificada por la demagogia;
la religiosidad de túnicas blancas bisexuales;
el lavado del dinero apostólico;
ese congreso, eterno lamebotas del faraón;
la distribución de la torta entre tres o cuatro;
esa sensualidad que subió a los altares;
los atentados con tufillo a tongo;
a Hollywood, Sodoma, Las Vegas y sus consocios;
esa rabia que anida a la apostasía y los atropellos;
el santo infundio terrenal del relativismo;
los perpalos de los canijos;
el racismo, el clasismo y el populismo adobados;
el humanismo y sus engendros;
la indiferencia chocante al mensaje puro y sencillo del Admirable.

37

En el liceo fiscal de mi pueblo se plasma la ansiada paridad.
Todos egresamos rumiando lo mismo,
todos somos obedientes en forma similar,
todos nos sometemos sin chistar.
El orden establecido es inalterable
y es bañado con agua bendita cada domingo.
El negrero cingla en armonía, crece sin estupores.
El Ejército está atento a cualquier malestar eximio.

38

El gobierno brinda según las encuestas,
el candidato es elegido por las encuestas,
el derrotero fue aprobado por las encuestas,
algunos transitan al desguace por las encuestas,
el gracejo depende de las encuestas,
las encuestas no entregan ningún designio.
Las encuestas son un minino encerrado.
Cada encuesta es una baliza críptica.

39

El ciudadano escucha un discurso político
y anhela lanzar una piedra.
Con cada compromiso se enfada
y le gustaría ser un gladiador.
La pantalla le pasa cuentos de hadas
y termina pestañeando dos veces por minuto.

40

El templo más ostentoso era admirado por los viajeros,
se gastaban millones en la casa de Dios.
La vanidad de los monseñores era insaciable,
cada uno talaba a los contribuyentes sin modestia.
Lucían su obra arquitectónica a los contendientes con engreimiento.
El despilfarro es un hábito, como el sexo inoportuno y la casulla.
El erario es un misario.

41

El aspirante astuto evalúa al público
y mide con precisión el nivel de imbecilidad.
Las mentiras y promesas son coordinadas,
el encanto lo pone la banda sonora contratada.
Los vocablos son de miel, sus sonrisas un vergel.
Con una financiación esplendorosa es tirar y abrazarse.

42

El que unos pocos sean los amos de todo
es un acto de violencia, de brutalidad.
Rechazo la violencia como método legítimo de lucha política,
rechazo a la brutalidad como un inspirador del boceto.

43

Emerge la voracidad,
germina la maquinación imponente.
Surge el brete vigoroso,
florece la mentira generosa.
Asoma la rentabilidad,
brotan los embelecos y la gula.
Aparece el poder,
nacen las colusiones y los crímenes atinentes.

44

No soy el poseedor de mi existencia,
ni siquiera un copartícipe minoritario.
Deseos bajos y otros comandantes me doblegaron.
No soy un actor secundario en mí.
Con el arrebol guardo la compostura.

45

Cruzo el pestillo y soy otro, un modelo frecuente y universal,
un paseante más en la jungla, un furúnculo más de la montaña.
Mi recuadro y yo me elevan.
Algo grandioso no acaecerá y mi biografía se entumecerá.
Ingreso campante e inconcuso por el pasillo
y ni los ratones me suben a un plinto.
Le pongo todo el empeño y furor y las plumas no me crecen.
Me loo hasta aburrirme.

46

En el hospital reconoces el peso de la enfermedad,
con una buena salud se te fuga la romana.
En la pocilga graficas todos los ángulos de la pobreza,
con una cuenta corriente obesa el prójimo desaparece.
Jugar a que me pongo en los zapatos del otro,
creer con un falso pudor que me pongo en el lugar del otro.
Ser un apóstol de cartón cuando voy a la parroquia,
tener en estado vegetal la ruin distribución de la riqueza,
confiar en que las migajas algo solucionarán,
esconderse con fe detrás de la caridad, siempre agotada.

47

Adherido al visor con prestancia
espero ansioso la hora de salida.
La última exhalación es la más extensa y vil.
El minutero me forja cierta tirantez,
porque al verme contrajo la velocidad.

48

Cada congresista y funcionario del Gobierno
declara por internet sus intereses y patrimonio:
propiedades, inversiones, rentas e impuestos.
Los asustados son el artúrico Merlín y el demonio.
Los magistrados y la policía acceden con holgura
a las cuentas corrientes y escondites del poderoso.
Ningún empresario o párroco elude las ecografías.
Hoy fotografiamos y enmarcamos el fondo del pozo.
El Gobierno transmite por la red con pícaros detalles
toda su contabilidad, expedientes y resoluciones.
Perecieron los contratos bajo candados y el compadraje.
La limpidez es el escudo de las cuatro estaciones.

49

Suplicas por un sorbido de aire puro, por un dedal de agua pura,
por esas motas que no diste, por piedad.
El tormento de los hombres ricos no es una broma sagrada, un calambur.
Si estando vivo no escuchaste palabra profética alguna
es ridículo que le jures al Juez que vas a ser más caritativo que la unicef,
por mientras te comen los gusanos.
Las trapacerías te arrastran al azufre.
El millonetis no le pone atención a nada que sea comprometedor o santo
antes de que lo recuesten en su ataúd de piedra caliza y vidrio.
El fallo pasa por el ojo de una aguja.

50

Delante de Dios estamos cortados por la misma tijera,
definidos por el mismo Caín.
Al jerarca y al mendicante los medirá igual.
En el camposanto son todos idénticos,
desde el más estirado al más acomplejado.
El mendigo no es de baja estopa y nadie porta un látigo, una corona.
Un peldaño más arriba, en el vestíbulo del adiós,
en la unidad de cuidados intensivos,
la calidad de la salud depende de las prerrogativas,
de la solvencia del expirante.

51

El ministro desdeña lo que ayer prometió trasudado,
lo que afirmó sin hesitar, con sus brazos en forma de cruz.
La directriz es un muro de contención, un linimento.
El domingo forjará lo que aseverará, lo que firmará y no negará,
en la acuosa tanda electoral que se avista.
Las expectativas se recaucharán y con los mismos arrestos petardearán.

52

Ese deshonesto no será siempre pudiente.
Aquel que abusó del trabajador lamentará el haber sido un feto.
El Padre apunta en su retina
la compilación de los clamores de los pisoteados,
que levantan su voz con dificultad.
Azotará al usurero antes, durante y después del sepelio.
No es una amenaza, es una profecía fija.
Nosotros debemos colaborar, con pleitesía.

53

Planeta, ¿cómo he de amarte?
¿cómo me emparentaré contigo?
¿te cuidaré más que a mi mascota?
¿te intoxicaré con analgésicos y psicoterapia?
¿mataré a esos tus retoños que bucean y juegan?
¿extirparé tus pulmones para aumentar la oferta?
¿hasta cuándo santificaré a los pesticidas?
¿mantendré encendidas las chimeneas?
¿te sobrepoblaré de consumidores guillados?
¿te cansarás de acusarme de maltrato?
¿te tapizaré con ceniceros?
¿te desvincularé de la uci algún día?.

54

Le cerramos la puerta en su rostro
y él nos mostró la brillantez de su cuchillo.
La exclusión lo pone detrás de ese brillo,
en un comercio libre del Nuevo Testamento.
La indignante concentración de la riqueza
ilumina efímeramente a los ilustres postulantes.
Los postergados no aceptan de buenas a primeras
que los únicos culpables sanguinarios
sean la disciplina fiscal, la recesión y el bien del país.
Que nadie menosprecie el abultado aporte de la malnutrición,
del analfabetismo, del hacinamiento, de la corrupción
y del imperialismo criollo y su vergajo.
Crecen la desdicha y los régulos continúan con su jauja dilatada y sin treguas.
La concentración de la riqueza en unos pocos
requiere de la bobería gentil de unos muchos,
con la sempiterna desidia como vicario, desodorante, remo y capota.

55

Estancado sobre el cemento aguardaba
a que el futuro me viniera a conquistarme desinteresadamente,
mas colisionó o se agazapó.
El destino se aposentó con barricadas,
cinturones inviolables y sirenas diligentes.
La barriada encuadra mis estipendios, la morfología.
Si la ira fuera oro, cada cantón sería una cordillera.

56

La tierra y los automóviles no se quedaron espigados ante tanta afrenta.
La gente continuó falleciendo y el aura tampoco se adhirió a la bronca,
al clamoreo, terminando todo en una cuestación.
El mundo continuó dando vueltas, con desabrimiento y roznidos.
El mamacallos no se apropiará del biberón.

57

Te ganarás el pan con el sudor de tu propia frente,
tú, te lo ganarás con el de otros y tú,
con el de todos los demás: es tu destino de sangre azul.
La transpiración de la comunidad toda posee
a su déspota de manos largas insaciables, su ogro de frac.

58

El sindicato le protestó al gobierno de manera vigilada y con ánimo.
La federación está comprada, el régimen también es una perinola.
El empleado se alegra mucho por la democracia y las libertades,
y el señalado presidente predica de todo.
Bajan el cortinaje y todos se van a su casa, rendidos.

59

Danos hoy el pan nuestro de la semana pasada
y ponnos un chaleco antimisiles.
Perdona lo antes posible nuestras ofensas
o nos moriremos todos de hambre.
La corrupción y el crimen maldicen esta ciudad,
¿por el retraso de los misioneros de Dios?
El imperio se demoró años en notificarse de la masacre,
por la falta de materias primas estratégicas.

60

No hay héroes, sólo mercenarios.
No hay soldados, sólo asesinos a sueldo.
La invasión es la primera etapa del pillaje.
El petróleo es totalmente mío.
El ejército es el atracador del capitalista gigante.
Iniciaron la destrucción masiva con bombas y misiles.
El saqueo requiere del sacrificio de civiles inocentes.
El enemigo era un país pobre y desarmado.
La tierra del profeta fue pisoteada.
Con los bolsillos llenos se reconocieron algunos errores.
Las medallas al mérito las otorga Rockefeller.

61

En el medioevo el edificio más alto era religioso,
atrapados por una cosmovisión.
Después el edificio más alto fue político,
embaucados por la diosa razón.
Después el edificio más alto fue financiero,
todos cogidos y subordinados al penique.
Dios, la razón y el dinero.
El dinero, la razón y Dios.
El orden de los factores altera el resultado postrero.
Sin Dios estamos solos,
con la razón continuamos solos, y desmantelados.
El dios dinero lo ulceró todo.
El atorrante no existe.

62

La verdad sobrevive:
a la dialéctica de los posgraduados,
a la dilación de los neófitos,
a las especulaciones del académico presuntuoso,
a las lanzas del señorío,
al fariseísmo pintado con oro,
a las manipulaciones de los espías,
al ateísmo condecorado,
a las fechorías de la luna,
al humanismo puro y santo.

63

El soldado es un soldado,
el general es un soldado,
el presidente es un soldado,
La ONU es un soldado.
Las nubes no se mueven sin avisar.

64

El electoralismo genera esperanzas,
es como un rayo de fosforescencia.
Calma las tempestades con metáforas y desvaríos.
Nada malo sucederá con la pía verborrea.

65

El mercader de la muerte amplió la cobertura de sus productos
creando un Beslán y otros escaparates robustos.
El armamentista anhela que cada poblado sea una filial
que gima por fusiles y refriegas.
Manipulando las aspiraciones torcidas y las reivindicaciones,
desparrama por el orbe glóbulos rojos que promocionan su vitrina,
con gatillos solícitos como publicistas y membretes de presentación.
Con cada disparo una infancia se iba.

66

Estados Unidos es un país proteccionista. Predican y no practican. El comercio libre es un credo relativo y brumoso y es descendido de los altares cuando fastidia demasiado. Ciertos monopolios son los niños mimados. Quieren ingresar a otros países sin aranceles y protegen lo suyo con dientes y muelas y extorsiones indelicadas. Cuando la ganancia es segura soy el capitalista número uno. La prosperidad excesiva del otro no me conviene y toda competición se efectuará en la cancha de mi familia, con gente de mi total confianza. La desnacionalización fuera de mi casa me parece altamente conveniente.

67

Planificar profesionalmente y financiar guerras grandes, la caída de torres, el lavado de dinero, las disímiles crisis, el tráfico de armas, el robo de materias primas, las conspiraciones, el contrabando, el asesinato o derrocamiento de líderes es un trabajo arduo y requiere de inteligencia y organización.
El fin del mundo comenzó cuando USA privatizó su banco central.
Las fortunas de los propietarios del planeta no aparecen en la revista Forbes
y nadie conoce sus sabrosos periplos y contraindicaciones.
Se nos viene una Inquisición global jamás antes vista o imaginada,
y los periodistas decorosos y rebeldes serán reclusos amordazados.

68

El pueblo hermanado o desunido ha sido derrotado tantas veces
que ya no hay salida.
Antes y después de la debacle la ciudadanía ocupa su área sin más,
aunque quede afónico gritando por la ecuanimidad que supone alcanzable.

69

Fue demoroso secuestrar a los Estados Unidos por siempre,
apropiarse del Banco Central y del control de la economía.
La votación en el congreso fue hechicera y fulminante.
Era navidad y sólo diez vasallos o parlamentarios asistieron.
El señor presidente vendió su alma al diablo y le regaló el país
a la pandilla bancaria internacional, siempre inquieta.
La emisión de la moneda y las políticas quedaron en manos privadas.
Con el Banco Mundial codician vigilar la política monetaria global.
Todos deben someterse a la élite de la masonería
y la soberanía de las repúblicas es sólo una apetencia romántica.
Desde el vacío crean toneladas de dólares sin respaldo alguno.
Los derivados financieros son un hallazgo de la supremacía del mal.
La economía terrestre está siendo demolida pausadamente.
La humanidad rogará por un gobierno mundial entonces,
que ofrezca paz y seguridad de una buena vez.
Los poseedores del mundo se van a vestir de superhéroes
y el himno nacional de cada país será excremento.
Presidente que no exhorte convencido del nuevo orden mundial
va a ser catalogado como un desadaptado, un amotinado.
Los guasones de la pantalla te embotan con amor.
El resignado gobierno compra activos tóxicos y otras heces.
Los que proponen regular la banca son tildados de sicópatas
y todo servicio de inteligencia conoce el objetivo final de la travesía.

70

Obama recibió el Nobel de la Paz,
se glorifica la filosofía del absurdo.
Nos vamos todos canturreando al abismo,
los piratas son beatos,
el conductor ebrio es galardonado,
el analista no predica de la estatización del FED.

71

Los bancos a algunos le prestan dinero, a otros no,
matándolos de angustia, entregando contraseñas.
Muchísimos quedan más sujetados.
Cortan con precisión el flujo de efectivo.
Al que no le da un infarto, le da un calambre.
La magnanimidad no concurre, el castigo no es un correctivo.

72

Cada vez nacen menos y matan a más.
Los nuevos piratas se pintarán la fisonomía de otro color.
La avaricia es inclusiva.
Con el aumento del consumo la familia ya no es sacra
y el reportaje se viste a la moda
y el relato se sube al microbús que pasa
y la izquierda se revitaliza con las paralizaciones
que son la cantera de sus banderas.

73

Todos los días son iguales, el alma proyecta volar.
El aprisionado adorna su calabozo, añora la libertad que el dinero da.
El tesoro es un feudo de los dioses.
La celda te da un lugar en la sociedad.

74

Vender el ser es una opción,
que el impudor extremo autoriza.
La desnudez es la salida de emergencia,
cuida a sus proveedores con menudencia.
La prostitución política es conveniente.

75

Una vez, un día cualquiera,
un editor hizo una pregunta inquisitiva.
El cardenal también es un pandillista
que reza profundo y juega con el capirucho.
El padrino es consultado y su gloria continúa.

76

Terminan en el excusado:
el duque, el artesano y el reo.
Es el trono de la imparcialidad,
que le da la bienvenida a todos, silente.
Letrina y ataúd, camaradas ingénitos.

77

Me subí al barco y emprendí mi aventura.
Me asusté porque no sabía nadar.
El trayecto fue de África a la tierra prometida.
No me quejaré, los blancos me vendieron a buen precio.
Otros, aterrorizados con el infierno y el pecado,
me presionaron para que salve mi negra alma.

78

La guerra no está en mis manos,
tampoco la próxima escaramuza.
No elegí ni el uniforme ni el rifle.
El teatro de operaciones es una esponja.
Mi drama es la gloria de los selectos.

79

El engendro de Afganistán asusta al Tío Sam.
Se gastan billones en armamento fiero.
Su barba intimida al Pentágono.
Ningún edificio pernocta sosegado.
Una legión de elefantes atrapó a la hormiga creada.

80

La injusticia social inspiró su tema y cuadrícula.
Más millones gana más se enfada con el gobierno.
Le molesta que los indigentes se acerquen a su domicilio.
Con la venta de boletos la homilía se vigoriza.
Su cancionero es una mercancía exitosa.
Disfruta de los placeres terrenales y superfluos sin altruismo.
Del hotel lujoso al escenario.
Se prenden las luces y es un apóstol de los marginados.
En las entrevistas es un dadivoso ejemplar.
La cuenta corriente es la roca de su existencia.
Nunca visita a los vilipendiados en navidad.
Dormita con la mano izquierda arriba.



ANTOLOGÍA DE POEMARIOS
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De la antología: “Las sotanas de Satán”
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JAIME FARIÑA MORALES
ARICA-CHILE
Jfm..........24



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